lunes, 4 de octubre de 2010

VIA LIBRE

Hay pilotos con un carisma especial. Pilotos a los que siguen miles de personas incondicionalmente, hagan lo que hagan. Pilotos que parece que han sido tocados con la varita de la genialidad. Pilotos que caen simpáticos. Pilotos que no necesitan mejorar su imagen porque siempre han sido así. Pilotos que si se cuelan por dentro en un hueco imposible aun tocando a otro piloto, los defiendes. Hay otros que necesitan continuamente lavar su imagen, medir sus palabras, estudiar sus declaraciones a la prensa. ¿Os imagináis que Simoncelli le hace a Barberá lo que ha hecho Rossi a Lorenzo? Estoy seguro que clamaríamos al cielo hablando de lo sucio que es el italiano, que ya vuelve a las andadas del “dos y medio”, que es un piloto peligroso, en fin, lo que hemos dicho siempre. Pero el domingo la historia fue otra. Rossi tenía que ganar a Lorenzo fuera como fuera. Y Lorenzo no podía dejar que Rossi quedara por encima de el. Se olvido del campeonato, de la lesión de Pedrosa, del mundial de constructores, solo veía el tercer peldaño del podio. Esta vez no voy a defender la maniobra de Rossi. Creo que debería haberse “cortado” un poquito en algunas de las pasadas al límite que le hizo a Jorge. Aunque tampoco creo que lo hubiera tenido que dejar pasar porque como dijo Lorenzo “me estaba jugando el campeonato”. Con el único rival que podía restarle puntos pasando por el quirófano en Barcelona, solo Rossi pudo sacar de sus casillas a Lorenzo. Toda la carrera de MotoGp se resume en las cuatro últimas vueltas. Desde la salida se escaparon Stoner y Dovizioso y así llegaron a meta. Por detrás estaba la lucha del muro, del piloto numero uno de la fábrica, del campeón contra el aspirante y líder destacado. Pero sobre todo la lucha del ego de cada uno de estos dos pilotos. En Malasia Jorge será campeón. Ni se acordará de que casi Rossi le tira bajo el túnel de Motegi. Seguro que todo pasa a un segundo plano, pero no va a perdonar esta última acción de su compañero de equipo. Espero por el bien de todos los aficionados españoles que van a disfrutar once años después de un titulo en la categoría reina del motociclismo, que luzcas una bandera española…

En Moto2 la historia es bien distinta. Mira que son un montón de pilotos, que hay derrapadas, toques, adelantamientos imposibles, pero es que la igualdad de un mismo motor y las manos de quien pone a punto el chasis hace que cada día me guste más esta categoría. Y sé que me repito, pero es que es todo un espectáculo verles “de lado” como con las antiguas 500. Ganó Toni. Lo tiene hecho y con ser primero o segundo en Malasia celebramos otro título. Y espero que pronto llegue también la victoria de Julito Simón. Está haciendo meritos, pero es que Toni esta enorme.

Y para emoción, el 125. Una carrera inteligentísima de Marc Márquez. Salió bien, intentando no meterse en líos (y rezando para que no le volvieran a tirar), aguantó a rueda de Nico Terol hasta que consiguieron una buena ventaja respecto a los perseguidores, y cuando lo vio claro, atacó a Nico, le pasó y se escapó hacia su séptima victoria. Y esto se decide en Valencia. Solo veo un poco flojo a Pol en las últimas carreras, pero a poco que apriete seguirá ahí. Además, los siete españoles que acabaron la carrera terminaron entre los nueve primeros. Lastima de la caída de Efrén, nos puso a todos los pelos de punta al ver cómo le pasaba Folger por encima, aunque afortunadamente, las noticias que llegan es que está bien y no tendrá problemas en estar este domingo en la próxima carrera.

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