Tras el aburrido parón de un mes, hay cosas que no cambian. Simón tiene, a pesar de su caída, pie y medio en el titulo de 125cc. A Bautista parece que le ha mirado un tuerto y el único que puede parar a Valentino, es Lorenzo.No voy a comentar mucho de la carrera del 125cc, ya que no pude verla al pillarme de viaje de vuelta a casa, pero si he visto los resúmenes y me he dado cuenta de que Julito Simón es humano. Las cosas se le pusieron de cara enseguida, tras la caída de Terol consiguió escaparse y sacar más de cinco segundos. Tenía a su club de fans en el circuito, dispuesto a celebrar el titulo, a pesar de que era difícil de que se dieran las carambolas que podían hacerlo. Sin embargo, se fue al suelo y consiguió terminar duodécimo. La buena noticia de la categoría fue sin duda la segunda victoria de Pol. Esa que Ianonne le arrebató en Misano. Y que a pesar del paripé de la foto, estoy seguro de que el italiano no se arrepiente lo mas mínimo de la jugarreta que le hizo al pobre Espargaró.
En 250cc vimos que parece que ya da igual lo que haga Álvaro Bautista. El destino no quiere que sea campeón. Hizo la mejor salida de todo el año, empezó a tirar y se le vio que tenía ritmo, a pesar del lio que había en cabeza con tantos pilotos. Pero no pudo ser. Esta vez fue un inoportuno gripaje. Es increíble que en el mejor equipo de la categoría pueda pasar algo así. Al final, y espero equivocarme, el mundial se lo lleva Simoncelli, que está a dos puntos de Álvaro y a 28 de Aoyama. Como le pase algo al japonés, ¿alguien duda de a quién ayudará el Grupo Piaggio? Aunque viendo lo regular que ha sido el de Honda durante toda la temporada, hay que reconocer que se merece el titulo.
Bueno, y el plato fuerte fue MotoGp. Aunque fue de largo la carrera más aburrida de lo que llevamos de temporada. El guión fue el clásico. Salida fulgurante de Pedrosa, con un Lorenzo que no le dejó más que unas curvas en primera posición. Tras ellos, un renacido Stoner demostraba que le habían venido muy bien las vacaciones o como quiera llamarse lo que ha hecho estos dos meses. Y luego, Rossi. Lo típico. Los cuatro magníficos de nuevo. Pero esta vez no. Esta vez Valentino no tenía nada en la chistera. Poco a poco fue perdiendo terreno ante el tremendo ritmo espacial que marcaba Jorge. Por detrás de él, Stoner se ponía segundo ante un impotente Pedrosa que no entró en la lucha con el australiano. Lo más animado de la carrera estuvo en las posiciones intermedias, donde un combativo Toni Elías nos hizo recordar el porqué se merece una MotoGp para el año que viene. Acabó por delante de Dovizioso, que tiene una Honda oficial… Lástima que por ahora solo tiene ofertas de Moto2. Y por último, no me quiero olvidar de Aleix Espargaró, que tras dos memorables carreras con la Pramac Ducati, le van a confirmar como compañero de Kallio para el año que viene. Ahora solo nos queda saber quién será campeón. Y espero que si al final es Lorenzo el que lo consigue, pasee de una vez la bandera española por los circuitos y se deje de esa mariconada de “Lorenzo’s Land”. Seguro que a muchos de los que aun no termina de gustarnos, nos ganaría como fans.
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